Se escapó de una cárcel de amor.

Justo cuando huía de todo, cuando me había prometido olvidarme de querer a quién sea, por bueno que fuera, apareciste. De la nada. Y qué decirte, me alegro, tú me has enseñado que no he sabido querer, que todo lo que he pasado han sido caprichos. Me acuerdo de todo lo que sufrí y me río, sé perfectamente que fue una gilipollez. Y ahora, lo que siento hacia ti es inexplicable. Es lo más grande que he llegado a plantearme nunca...empezaba a creer que no sabría amar, que incluso era imposible. Pero no, aquí estoy, con tu sonrisa metida en la cabeza y tu voz clavada en los oídos. Que ya no me asusta un 'te amo', es más, es lo mínimo que me sale decirte. Y que el para siempre, está jurado. Ya no tengo miedo, amor, no te tengo miedo, sé que esto durará, lo presiento. Como en un pasado presentía que acabaría. Gracias por todo, gracias amor.